Qué es el DIEC

“Vayan, pues, y hagan discípulos a todas las naciones” (Mt 28, 19)
Somos cristianos católicos comprometidos con la vivencia y propagación de nuestra fe, buscando lograr, en forma personal y comunitaria, un auténtico desarrollo integral en Cristo.

¿Quiénes Somos?

El movimiento DIEC está formado por cristianos católicos, que unidos a la misión de la Iglesia se comprometen con la vivencia y propagación de su fe, buscando lograr, en forma personal y comunitaria, un auténtico desarrollo integral en Cristo.

El Proyecto DIEC consiste en una serie de estrategias para llevar la fe católica de una manera efectiva, actual y transformante a la sociedad de hoy; haciendo a cristianos comprometidos con el apostolado, partícipes de esta misión.

Líneas de Acción

Para cumplir con la especial misión que Dios nos ha encomendado, en el movimiento DIEC se buscan lograr los objetivos planteados a través de las siguientes actividades y labores:

I. Encuentros

Por medio de la historia de la salvación, somos testigos de las conversiones que provoca tener un encuentro verdadero con Dios. Jesucristo tocó los corazones de muchos pecadores, haciendo de ellos grandes seguidores de su Palabra. Hoy en día sigue fomentando estos momentos.

En el movimiento DIEC nos esforzamos por brindar a los hijos de Dios, la oportunidad de encontrarse con Él y así darle sentido a su vida.

Este objetivo lo buscamos a través de retiros, jornadas, ejercicios espirituales y actividades que logren hacer vivo y substancial el primer anuncio. Por lo que buscamos en todo momento, nuevas formas que respondan a las necesidades actuales, para poder transmitir el “kerygma”.

II. Juntas de formación

La formación continua se compone de diferentes momentos que abarcan distintas dimensiones del fiel cristiano: intelectual, espiritual, apostólica y eclesial.

Por medio de diferentes técnicas de vanguardia, se busca alcanzar los objetivos correspondientes a cada bloque de acción(Infantil, adolescente, juvenil, universitario y profesionistas), brindando así la oportunidad de profundizar en la experiencia de Dios comenzada con la vivencia del “kerygma”

III. Acompañamiento

Asimismo, cada miembro del movimiento, independientemente de la rama en que se encuentre, es acompañado en su caminar cristiano por algún formador.

Los fines que se persiguen a través de dicha acción son: