Formación Integral

Conoce un espacio en donde los niños y niñas entre 8 y 12 años de edad conocen a Cristo como amigo, familiarizándose con Él y sintiéndolo como Alguien cercano. Son introducidos en el camino de la fe, mientras descubren de manera personal a Dios que se les va revelando.

Un espacio formado por adolescentes entre 12 y 15 años de edad que buscan observar a Cristo como modelo de virtudes y formar una conciencia basada en los valores cristianos. Con la ayuda del Espíritu, encaminan sus decisiones hacia una vida integra, aprendiendo a experimentar el amor de Dios que se refleja en las relaciones de amigos y familia.

Un espacio formado por jóvenes entre 15 y 18 años de edad (grado de escolaridad: bachillerato) que buscan experimentar un encuentro personal con Dios, encontrar respuestas a las preguntas más trascendentes de la vida y finalmente tomar la decisión transformadora de seguir a Cristo y a la Iglesia.

Un espacio formado por jóvenes mayores de 18 años de edad que buscan integrar a Cristo en todos los aspectos de su vida: social, ético-moral y profesional.

Un espacio formado por jóvenes mayores de 20 años de edad en dónde pueden compartir abiertamente sus experiencias diarias; laborales y sociales. Ayudándose mutuamente a perseverar en el conocimiento de Cristo y Su Palabra. Obteniendo así herramientas que los ayuden a llevar la luz de Cristo a cualquier plano de la vida.

Formado por matrimonios jóvenes en sus primeros 5 años de casados que forman una pequeña comunidad cristiana en la que los esposos se apoyan para profundizar y vivir la fe, crecer en el amor y buscar juntos la santidad.

Existen las sesiones grupales como también las sesiones individuales que cada matrimonio lleva en su propia casa en la semana que no toca sesión grupal. A estas sesiones individuales se les llama CTH.

CTH significa Cuerda de Tres Hilos, representando que la alianza matrimonial hecha en el altar no es únicamente entre el hombre y la mujer, sino de Dios con ellos, pues como dice el libro del Eclesiastés “¡pobre del que está solo y se cae, sin tener a nadie que lo levante!”. Estas sesiones tienen como objetivo principal que, a través de actividades guiadas, los cónyuges maduren y crezcan en el amor verdadero, no sólo entre sí sino con Dios, de manera personal y como matrimonio, “porque la cuerda de tres hilos no se rompe fácilmente” (cfr. Eclesiastés 4,12)